Turismo pata negra

Javier Arenas intercala a menudo propuestas interesantes con salidas de pata de banco que le dejan en evidencia. La corrupción sigue presente en Málaga
14-11-2009
LA OPINION DE MALAGA. JOAQUÍN MARÍN D.
Me pregunto si el presidente del Partido Popular de Andalucía, Javier Arenas, ha asistido alguna vez a una de las tres ferias de turismo más importantes del calendario internacional. Londres (World Travel Market), Madrid (Fitur) y Berlín (ITB). Me respondo: no. Porque nunca hasta ahora ha tenido responsabilidades de gobierno en Andalucía, por lo que no se ha preocupado de algo tan fundamental como es la promoción turística.
Y entonces no debe saber varias cosas. La primera, que en estos foros se trabaja mucho. Se celebran muchas reuniones, se hace promoción en la calle y en el recinto ferial en cuestión, se asiste a desayunos, almuerzos y cenas con touroperadores. Se está siempre a disposición de los medios de comunicación, que piden entrevistas, declaraciones, fotos, visitas a un expositor, a otro, a otro más. Por eso resulta incomprensible y además suena fatal que dijera, seguramente sin pensarlo antes, que el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, había ido a la World Travel Market de Londres "a comer jamón" mientras que "no había visitado ningún comedor social en Andalucía". Ignoro si ha ido Griñán a algún comedor social –por supuesto, debe hacerlo–, pero sí sé que estas dos frases anteriores son la definición perfecta de la palabra demagogia.
Le sirvió a Arenas una foto de la agencia Efe en la que aparecía Griñán con el consejero de Turismo, Luciano Alonso, aceptando una loncha de pata negra que le ofrecía un cortador de jamón que estaba en la feria para promocionar los productos de la tierra, no para servirle una tapita al presidente de la Junta en plan camarero. Sólo eso, ese detalle, usó Arenas para soltar semejante imprudencia. Quizá a Arenas sí le parezca genial la cena que todos los años, en Fitur, ofrece el Ayuntamiento de Torremolinos, gobernado por su partido, a cientos de famosos llegados a la capital de España con motivo de su feria de turismo cada mes de enero. Poner en cuestión esta cena sería también una irresponsabilidad.
Tanto el jamón de Griñán como el marisco y el pescaíto de Pedro Fernández Montes son parte, igual de importante e igual de necesaria, de una promoción turística que debería quedar fuera del debate político. O mejor dicho, de la crítica sin sentido que busca el titular fácil. Lo peor de todo esto es que eso perjudica no a Griñán, ni al PSOE, que a fin de cuentas es lo de menos; va en contra de la principal industria económica de nuestra región. Y con las cosas del comer no se frivoliza, señor Arenas.
Otra mancha. La mancha de la corrupción, en este caso policial, vuelve a caer sobre la Costa del Sol. Cinco policías locales de Mijas detenidos por narcotráfico esta semana están ya en la cárcel sin fianza. Qué lástima de tal autodestrucción.