28 octubre 2010

72%de los visitantes que acuden alMuseo Picasso Málaga en el Palacio de Buenavista proceden de países extranjeros

El museo de Babel

28.10.10 - 01:51 - ANTONIO JAVIER LÓPEZ -SUR

Casi tres de cada cuatro visitantes que acuden al Palacio de Buenavista proceden del extranjero, sobre todo de Alemania, Inglaterra y Francia.El Picasso cumple siete años y confirma la vocación internacional de su público.

LA CIFRA
72%de los visitantes que acuden al Palacio de Buenavista proceden de países extranjeros, según las estadísticas elaboradas por el Museo Picasso Málaga (MPM), que ha recibido a 2.369.718 personas en sus siete años de funcionamiento. .La torre de Babel imaginaria que se dibuja en el paisaje urbano de la ciudad hunde sus cimientos en el cielo. Aunque, cada vez encuentra más cimientos en el agua. El mar. Si hasta hace no demasiado tiempo, casi todos los visitantes extranjeros llegaban a la provincia en avión, ahora conviene no perder de vista el dique de Levante, el puerto, donde atraca casi todos los días un crucero. O dos. Como ayer.

El 'Navigator of the seas' (bandera de Bahamas y capacidad para 3.807 personas) y el 'Celebrity century' (enseña maltesa y aforo para 2.253 cruceristas) echaban el ancla bien temprano y muchos de sus pasajeros acudían en tropel hasta el Museo Picasso Málaga (MPM). Los delataban las gorras, las bolsas y las camisetas con los logotipos de las respectivas navieras.

En la puerta del Palacio de Buenavista les esperaba una sorpresa siempre agradable para el bolsillo. La entrada era gratuita. El MPM cumplía ayer siete años y para celebrarlo organizaba una jornada de puertas abiertas. Además, el batiburrillo de acentos que empezaba a sonar en la calle San Agustín servía para ilustrar el origen foráneo de buena parte del público que acude a la institución malagueña.

No en vano, casi tres de cada cuatro visitantes que recibe el MPM procede de algún país extranjero. En concreto, el 72,2% de su audiencia llega desde el otro lado de las fronteras patrias. Así se desprende de las últimas estadísticas ofrecidas por el centro, que además despiezan este origen multinacional. La tabla la encabeza España con el 27,8% del público y sigue con Alemania (11,8%), Inglaterra (9,4%), Francia (8,6%), Italia (6,7%), Estados Unidos (5,2%), Holanda (3,8%) y Dinamarca (2,4%).

Una mañana muy animada

Casi todos esos países tenían ayer algún representante en las inmediaciones del Museo Picasso. Como Catherine Martins y su familia, que abandonaban el Palacio de Buenavista poco después del mediodía. Llegados desde Francia, ya conocían los museos dedicados al artista malagueño en Barcelona y París. «Nos quedaba el de Málaga y lo primero que hemos hecho cuando nos hemos bajado del barco es venir hasta aquí», comentaba la turista.

Poco después, Albert y Georgia Brown franqueaban los portones del Palacio de Buenavista. Británicos y residentes en la Costa, aprovechaban la jornada de puertas abiertas para conocer los fondos del centro. «Nos han sorprendido mucho los cuadros que Picasso pintó siendo ya un hombre mayor. Se ve que le seguían gustando las mujeres...», bromeaba Albert.

Eso sí, también había turismo nacional a las puertas del Museo Picasso. «Me ha impresionado sobre todo 'Madre y niño' por la grandiosidad de las figuras. Es la segunda vez que acudo al museo y hemos tenido la suerte de ver las obras nuevas de la colección», explicaba el doctor Alfonso García, procedente de Melilla.

El médico hacía referencia a uno de los grandes reclamos de la jornada de puertas abiertas organizadas por el museo con motivo de su séptimo aniversario: la posibilidad de contemplar algunas de las 19 piezas nunca expuestas hasta ahora en la institución malagueña.

Porque obras como 'Mujer a la puerta de un baile' (1899), 'Hombre desnudo contemplando a su compañera dormida' (1922), 'Desnudo acostado' (1960) o 'Mujer' (1971) cumplían apenas su segundo día a la vista del público. El MPM acaba de reordenar su colección permanente. Un nuevo discurso planteado a raíz del crecimiento de su catálogo, que ahora cuenta con 285 referencias.

Un espacio vivo

«Nuestro deseo es transmitir la idea de que el museo es un espacio vivo, en constante movimiento, un lugar que aspira a convertirse en punto de encuentro no solo para las personas que vienen de fuera, sino también para el público más cercano», reflexionaba el director artístico del MPM, José Lebrero.

«La jornada de puertas abiertas, el nuevo planteamiento de la colección, el crecimiento de los fondos propios de la institución, las exposiciones temporales y las actividades paralelas... Todo persigue el mismo objetivo: acercar la actividad del museo al público», proseguía el representante del museo.

Un centro que ayer cumplía siete años y por el que han pasado 2.369.718 visitantes. Desde aquel 27 de octubre de 2003, el MPM ha organizado 20 exposiciones temporales, las últimas de ellas con una notable acogida: 'Picasso. Caballos' congregó a 84.590 visitantes y los vídeos de Bill Viola -primera incursión del MPM en el arte actual- reunieron a 60.259 personas. Una senda, la contemporánea, que el museo seguirá transitando. Y hasta ahí puede decir Lebrero.

21 octubre 2010

LA Universidades de Málaga y Sevilla designadas campus de Excelencia internacional.

Málaga y Sevilla entran en la élite universitaria con el Campus de Excelencia

El proyecto 'Andalucía Tech' permitirá que ambas instituciones académicas figuren entre las 15 mejores de España


21.10.10 - - SUSANA ZAMORA MÁLAGA.
Una fundación pública facilitará la coordinación de todos los agentes que participan en el proyectoLa Universidad de Málaga ya es campus de excelencia internacional y eso significa distanciarse meteóricamente del resto de instituciones académicas y situarse en algo más de cinco años entre las 15 mejores universidades de España. Según pudo confirmar ayer este periódico, el proyecto 'Andalucía Tech', desarrollado conjuntamente con la Universidad de Sevilla, ha obtenido el reconocimiento de un exigente comité de nueve expertos de reconocido prestigio internacional, que han valorado no sólo la cantidad de agentes agregados al proyecto, sino la relevancia social, empresarial, política y económica de los mismos.

En este sentido, la UMA se ha empleado a fondo después de que en la convocatoria del pasado año se quedara a las puertas con una mención de calidad y la denominación de 'Campus Excelente de Investigación y Transferencia' por dos proyectos: uno de turismo y otro de patrimonio en el que se presenta junto a las universidades de Jaén y de Huelva.

La propia rectora de la Universidad de Málaga, Adelaida de la Calle, confesaba el pasado martes después de presentar el proyecto en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de Madrid que este año han ido más seguros, convencidos de que la suma de agentes y de fortalezas era garantía de éxito. No se equivocó. De la Calle ha mostrado desde el primer momento su confianza en 'Andalucía Tech' que, según sus palabras, ha ido madurando y consiguiendo apoyos: el primero y crucial a la hora de competir en esta carrera por la excelencia, el de la Universidad de Sevilla, con la que suma 89 grupos de investigación, casi 1.500 investigadores, 90.000 alumnos, 7.000 profesores, cuarenta millones de facturación por transferencia tecnológica, dos de los principales parques tecnológicos, Cartuja 93 y Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), y la agregació n de 150 agentes y entidades científicas y tecnológicas, como el CSIC, la Universidad Internacional de Andalucía, doce centros tecnológicos y centros mixtos de investigación de primer nivel internacional.

La iniciativa que impulsaban en 2008 los ministerios de Ciencia e Innovación y el de Educación, bajo la denominación Estrategia 2015, llega a su fase final. En el camino se quedan la gran mayoría de las universidades españolas y sólo un selecto grupo de instituciones académicas alcanzan la meta con la mejor de las calificaciones. La distinción de campus de excelencia internacional es un gran paso, pero es solo el primero para alcanzar los objetivos marcados en un ambicioso plan estratégico basado en seis polos de excelencia docente e investigadora: aerospacial, biotecnología para una sociedad saludable; comunicaciones y movilidad; energía y medio ambiente; transporte, y turismo y desarrollo territorial.

Se ha previsto cincuenta acciones de mejora en tres grandes planes. Entre ellos, uno docente y de adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), que tendrá titulaciones de grado multilingüe de forma conjunta entre Sevilla y Málaga. También se potenciará la incorporación de la formación profesional; se creará una oficina de movilidad y programas internacionales, as como un centro de promoción y acogida de estudiantes y profesores. Por último, habrá un plan para la mejora de la transferencia y protocolos para la inserción laboral.

A partir de ahora, uno de los primeros pasos será constituir la fundación pública que anunció Adelaida de la Calle con objeto de facilitar la coordinación de todos los agentes agregados de una forma eficaz y eficiente.

18 octubre 2010

Bendodo asombroso

La entrevista de ayer retrata a un líder político de futuro que ha entendido las claves de la política

18.10.2010 - TEODORO LEÓN DIARIO SUR
Tras leer la doble página de entrevista con Bendodo ayer aquí, a más de uno le costaría creer que ése sea el líder del partido líder en Málaga. Pero eso sería injusto con él. De hecho, en política cabe todo, desde el gorila vestido que preside Venezuela al grupo ultraconservador del Tea Party que gana adeptos atacando a Obama por 'negro, musulmán y socialista' o defendiendo la violencia y las emisiones de CO2; desde el líder italiano de velina en velina mientras promulga leyes para eludir la Justicia hasta el ayatolá iluminado o el presidente de Bolivia capaz de arrearle un rodillazo en los testículos a un compañero en un partidito amistoso de fútbol. Y si en política cabe todo, ¿por qué no iba a caber Bendodo?

De la nada a líder emergente del partido, Bendodo ha hecho un recorrido vertiginoso. Y su entrevista de ayer retrata el porqué: ha entendido como pocos las claves del éxito en política. No se trata de tener ideas, sino eslóganes como navajas; no armarse de ética, sino carecer de escrúpulos. Con todo, no puede ser fácil elaborar una cantidad semejante de naderías como él ayer aquí. Para eso hace falta talento. Y sobre todo si hay que pronunciar todas esas naderías con toda solemnidad. (Por momentos era para carcajearse, aunque quizá no es sólo mérito suyo sino que todas las entrevistas preelectorales deberían ir a una sección de Humor&Fantasía). En fin, ahí queda su teoría de que los socialistas detestan genéticamente a Málaga (¿alguien se imagina el cromosoma del odio a Málaga en Pedro Aparicio o Luciano Alonso o María Gámez o Pepe Asenjo o Fernando Arcas, obsesionados sólo con hacer daño a su tierra?) pero ese tipo de mensajes, aunque parezca una mezcla de Sabino Arana y Los Morancos, tiene su público. La demagogia dogmática cotiza al alza, sobre todo en las sociedades desinformadas; y Bendodo es uno de los estrategas del enfrentamiento constante del ayuntamiento contra las demás administraciones ya que se pierden proyectos pero se ganan votos.

Este líder no se corta. Eso también está en el manual del triunfador en política. Incluso llega a decir que el PSOE «casi tendría que disolverse» (¡caray, qué gran demócrata!) y le atribuye al PP todo lo hecho en Málaga, todo sin excepción, con un maniqueísmo 100x100 de buenos contra malos que ni los talibanes. Por supuesto, sería deseable una teoría política algo menos infantil, pero este es un producto de éxito. Así que resulta ingenuo esperar una crítica más inteligente y veraz a los socialistas en Málaga tras una década negra o a la política de la Junta. La entrevista de ayer retrata a un líder político de futuro que ha entendido bien las claves de la política: la verdad o la razón es lo de menos.

17 octubre 2010

La Orquesta Sinfónica de Málaga cumple 65 años.

La Sinfónica no se jubila

Es la hermana pobre de la Filarmónica, pero la orquesta más antigua de Málaga cumple 65 años en plena forma

17.10.2010 - REGINA SOTORRÍO.MÁLAGA.DIARIO SUR

 Imaginen la Málaga de 1945. El 6 de noviembre de ese año, los titulares del periódico SUR informaban de que Rodolfo Hess sería juzgado «como los demás personajes nazis», el ministro de Gobernación inauguraba «un sanatorio antituberculoso en Guadalajara» y una fotografía mostraba a una «bella muchacha norteamericana con una nueva radio de bolsillo» que costaba 300 pesetas. Una ciudad, y un país, en plena posguerra que se movía entre las heridas del pasado y los innovadores avances de la tecnología. En ese ambiente y ese día, personalidades del mundo de la cultura malagueña se citaban para dar forma a una pionera iniciativa: fundar la primera Orquesta Sinfónica de la ciudad. Allí pusieron su firma, entre otros, Juan Temboury, Salvador Rueda y Pedro Gutiérrez Lapuente, quien sería el primer director de la formación.

Sesenta y cinco años después, la Orquesta Sinfónica Provincial de Málaga no se jubila. «Sobrevive», dicen. Y es que han sido seis décadas en las que la agrupación ha atravesado momentos de esplendor en sus inicios, cuando era un referente cultural; épocas de incertidumbre tras el nacimiento de la Filarmónica de Málaga (OFM), y años de reconversión hasta llegar a lo que es hoy... una orquesta «joven y, en ocasiones, transgresora», explica su actual director titular, Francisco de Gálvez.

Quienes pertenecen y han pertenecido a ella hablan de «sacrificios», «esfuerzos» y una dedicación «casi por amor al arte». «Es la hermana -o más bien la abuela- pobre de la Filarmónica», coinciden muchos. La decisión adoptada por el entonces alcalde Pedro Aparicio, con el apoyo de la Junta, de impulsar una orquesta profesional y con dedicación exclusiva de sus músicos cuajó en 1991 con el estreno de la Ciudad de Málaga -hoy OFM- y supuso el desplazamiento a segunda fila de la histórica Sinfónica. Solo la Diputación mantuvo su respaldo, que continúa hoy. Pero las diferencias, en cuestión de números, son notables: el presupuesto de la temporada de 2010-2011 de la Filarmónica asciende a los seis millones de euros; mientras que la Sinfónica ha contado para este año con 180.000 euros.

Larga historia

Es muy modesta en recursos, pero en historia no le gana nadie. Gran parte de ella se recoge en las 503 páginas escritas por Joaquín Claudio Kraus en 'La Orquesta Sinfónica de Málaga. Memoria de los primeros 50 años', un completo libro ilustrado con más de 200 fotografías que ha recopilado durante décadas. En esas hojas, repasa la trayectoria de la formación, sus anécdotas, sus grandes conciertos (acompañados de las críticas periodísticas del momento), incluye felicitaciones de personalidades de la cultura y, sobre todo, rinde homenaje a aquellos primeros músicos malagueños «que se reunieron, sacrificando sus descansos laborales, para hacer música y luchar, casi sin apoyos, con escasos medios económicos, para consolidar una Orquesta Sinfónica para Málaga».

Él era uno de ellos. Violonchelista de la orquesta desde 1947 hasta hace una década, Joaquín Claudio se ganaba el sueldo como ATS. «Todos teníamos una segunda profesión, porque de la música no se podía vivir», recuerda. De hecho, el que fuera subdirector, Luis Sánchez, compositor y pianista, ejercía además como médico forense. Había maestros, oficinistas, técnicos de Renfe, de la compañía eléctrica, funcionarios... Pero a las cuatro de la tarde, unas tres veces en semana, dejaban de serlo para transformarse en pianistas, violinistas, trompetistas...

Hoy la realidad es bien distinta y todos sus integrantes viven de la música, ya sea como profesores de Conservatorio o miembros de otras bandas, y otros muchos son aún estudiantes a punto de terminar el grado superior para quien la Sinfónica se convierte en su mejor plataforma. «Es una orquesta profesional a tiempo parcial», aclara De Gálvez.

Los pioneros

Pero hasta llegar ahí se ha recorrido un largo camino. Todo se fraguó en el antiguo Conservatorio María Cristina tras la llegada a Málaga de un nuevo profesor de Solfeo, Pedro Gutiérrez Lapuente. «Venía de Madrid, acostumbrado a acudir allí a muchos conciertos. Al ver que aquí no había una orquesta estable, se le ocurrió crear una», cuenta Claudio. Reunió a músicos de cuerda de la provincia y a los de viento de la banda municipal y de la banda militar. El resultado: 38 hombres y dos mujeres que ofrecieron su primer concierto ante el público en 1946.

En aquellos primeros años, la formación revolucionó el panorama cultural de la ciudad. Claudio recuerda la expectación que generó el recital que dirigió el entonces niño prodigio Pierino Gamba en 1952, a sus 16 años. El Cervantes se quedaba pequeño y tuvieron que «improvisar un escenario sobre las primeras butacas del antiguo Málaga Cinema, de la plaza Uncibay». Lo montaron en la madrugada de un domingo, esa mañana se celebró el concierto y a las tres tuvo que ser desmontado para que comenzara la sesión de cine de la tarde. El aforo se llenó, «pero no se calcularon bien los gastos»... y la joven batuta cobraba un elevado caché. «Al final tuvimos que sacar dinero de nuestros bolsillos», cuenta el autor de 'Memoria de los primeros 50 años'. De aquella época también quedó señalado en el calendario el 'Concierto de Aranjuez' que interpretó la orquesta en 1955 con el guitarrista Francisco González y en presencia del autor de la obra, el compositor español Joaquín Rodrigo.

La Sinfónica fue adquiriendo reputación y en los 60 se convirtió en la más contratada por el Ministerio de Información y Turismo para actuar en festivales de zarzuelas, óperas y ballets de toda España. «Los directores de esas compañías pasaban informes alabando la facilidad de lectura que tenía la orquesta. Con un sólo ensayo, montábamos una ópera», señala Claudio. Y es que muchos de los instrumentistas procedían del cine mudo, donde por la mañana se visionaba la película que esa tarde iba a ser acompañada por la música.

Pero las cosas nunca fueron fáciles. «Siempre estaba muy mal de dinero», lamenta Claudio. En su libro cuenta cómo decidieron repartir participaciones de la lotería de Navidad en 1963 ante la falta de presupuesto para el año que entraba. «No tocó nada, pero gracias a las plusvalías pudimos comenzar la temporada», rememora el violonchelista. «A pesar de las vicisitudes y los problemas económicos, nos gustaba lo que hacíamos, los pasábamos bien y había un gran compañerismo entre los músicos», apunta Francisco Vallejo, flauta de la Sinfónica durante 20 años y hoy director de la Banda Municipal de Música. «Se hacían muchos sacrificios y se cobraba muy poco, pero gracias a eso se creó un semillero de músicos en Málaga», añade Manuel Aragú, miembro de la Sinfónica desde 1956 hasta los 80 y actual subdirector de la Banda Juvenil Miraflores-Gibraljaire.

Grandes acontecimientos

En los grandes acontecimientos de la ciudad, «siempre estuvo la Sinfónica». No faltó a la inauguración de las Cuevas de Nerja en 1960. «Fue grandioso, impresionante, con un acústica natural que es una maravilla», recuerda Aragú. También estuvo la agrupación en la reapertura del Teatro Cervantes en 1987, que se convertiría por un breve periodo de tiempo en sede para sus conciertos. «Fue un día emocionante, con mucha alegría por poder tocar delante de la Reina. Había mucha seguridad, ¡tenías que moverte siempre con el carné en la mano!», rememora Vallejo.

Fueron «tiempos buenos y gloriosos» con la batuta en manos de grandes maestros como Perfecto Artola Prats (1965-1977), Pedro Gutiérrez Lapuente (primer director, que regresó para las temporadas entre 1977 y 1980) y Octav Calleya (1980 y 1990). «Nadie ha hecho nunca lo que hice yo en 10 años en cuestión de repertorio», resalta el maestro rumano. Preparaba temporadas «completas y estables» en las que el 60% de las piezas eran «novedades que no se habían tocado antes en Málaga».

Varios hitos marcaron su década como titular: el éxito de la primera audición de 'Carmina Burana', la «euforia inmensa» de los músicos cuando interpretaron 'Cuadros de una exposición', de Ravel -«creían que no iban a ser capaces»-, el «acto heroico» del XXX Festival de las Cuevas de Nerja cuando en cuatro sesiones tocaron las nueve sinfonías de Beethoven y la programación de óperas en conciertos. «La participación humana era lo más valioso, porque tenían el mérito de hacer sus trabajos por la mañana y dedicarse a la orquesta por la tarde», alaba Calleya, que recuerda esa época como una de las «más fructíferas» con una «extraordinaria respuesta del público».

Sin embargo, esos años de esplendor se truncaron en 1991, cuando se crea la Orquesta Ciudad de Málaga, hoy Filarmónica. Los apoyos institucionales -de la Junta y el Ayuntamiento- se centran en esa nueva agrupación cien por cien profesional, con músicos buscados en diferentes rincones del mundo. A los de la Sinfónica se les da la oportunidad de ingresar directamente sin examen en la Ciudad de Málaga, pero con dos condiciones: exclusividad y que a los dos años pasaran una prueba para demostrar que estaban al nivel de los demás profesores. Pero pocos aceptan, ya tenían un trabajo fijo y no querían arriesgarse.

Una época difícil

Muchos consideraban que la Sinfónica ya había cumplido su papel y optaban por su disolución, pero sus miembros apostaron por continuar, regresaron a la sede del Conservatorio Superior y se aferraron al único respaldo institucional que conservaban, el de la Diputación Provincial. «Nos quedamos sin padre y sin madre, y nuestro presidente entonces, Alberto Cuevas, se convirtió en nuestro mecenas», recuerda el actual presidente de la Sinfónica, José Antonio López Ortega. Él, a principios de los 90, se comprometió con la siguiente máxima: «concierto dado, concierto pagado». Adelantaba el dinero, y cuando llegaba la subvención de la Diputación, se resarcía de lo que había prestado. «Llegó a adelantar 14 millones de pesetas a la orquesta», resalta López Ortega. Al fallecer en 2002, la formación volvía a estar contra las cuerdas... La única solución fue firmar una póliza con una caja de ahorros, «porque de lo contrario, la orquesta hubiera desaparecido», explica el presidente. Este sistema se mantiene hasta hoy.

En esos años complicados cogió la batuta Salvador de Alva (entre 1991 y 1994), también fundador y presidente, y diferentes directores invitados se pusieron al frente de la agrupación. Desde 1999 hasta hoy lleva las riendas musicales de la orquesta Francisco de Gálvez. «Lo sorprendente de esta orquesta es que haya sobrevivido a todo esto y, además, que suene bien. Se hace un trabajo duro, hay una buena cantera y mucha afición», apunta De Gálvez.

Hoy la Sinfónica es una orquesta «rejuvenecida», con una media de 60 profesionales que dan al año entre quince y veinte conciertos por toda la provincia y en el nuevo Auditorio de la Diputación (calle Pacífico). «Nos gusta ir a los pueblos, nos acogen con mucho entusiasmo», dice De Gálvez. «Hacemos una labor social importante por divulgar la música por todos los rincones, llevándola a sitios donde otras orquestas no llegan», añade su presidente. La agrupación puede presumir de modernidad y de saber adaptarse a los tiempos: lo mismo interpreta una pieza de Mozart o Beethoven, que acompaña a Vicente Amigo, Antonio Orozco, Clara Montes, Javier Ojeda... Parece que cumplir años le sienta bien.