20 noviembre 2008

Torremolinos , patrimonio de la humanidad.


Málaga, 16 nov (EFE).- Los municipios de Torremolinos (Málaga) y Valldemosa (Mallorca) son los dos únicos españoles incluidos en una selección de los cincuenta sitios más auténticos del mundo en el último número de la revista "Highlife", que la compañía aérea British Airways distribuye a bordo de sus vuelos.

Estas dos localidades turísticas comparten protagonismo en la selección con ciudades como Los Ángeles (EEUU), París (Francia), Venecia (Italia), Viena (Austria), Varsovia (Polonia), Damasco (Siria) o la isla de Zanzíbar (Tanzania).

La revista, que define como destino auténtico aquel lugar que se siente cómodo en su propia piel, independientemente de cuantos visitantes reciba, señala que después de 40 años de turismo de masas, Torremolinos sigue evolucionando y, lejos de la costa, es una animada ciudad andaluza.

Añade que el desarrollo hotelero de los años 50 y 60 es ahora admirado por arquitectos de moda, y hace campaña a favor de su declaración por parte de la UNESCO como lugar Patrimonio de la Humanidad.

Al preguntarse sobre un lugar en el que la mayoría de los expertos coinciden que ha sufrido deterioro por el turismo, el autor del reportaje cita entre interrogantes a Torremolinos, para decir a continuación que, de hecho el pueblo de este municipio es una auténtica ciudad andaluza.

Indica que "la gente toma sus churros con café a las 11, a ellos les gustan los largos almuerzos de pescado frito, y no exponerse al sol en verano", y recuerda que hay varios miles de turistas ingleses y alemanes viviendo un tipo de vida "muy diferente", y que ambos coexisten bien.

"Fenicios, romanos, moros y castellanos han sido incapaces de remover las raíces de la cultura andaluza: un ejército de europeos del Norte bronceados y ligeros de ropa tampoco", agrega.

También comenta que a algunas personas en Madrid y Barcelona incluso les gusta la arquitectura de Torremolinos y piensan que esos grandes hoteles de los años 60 deben ser considerados monumentos históricos porque son parte del patrimonio de España.

"Es una visión minoritaria, pero sólo hay que darle tiempo", señala, y rememora que no hace mucho, los residentes de Miami apoyaban la demolición de los hoteles estilo Art Decó situados en South Beach, y que en los años 50 en Londres querían derribar estructuras victorianas como el puente Albert, las cuales hoy tienen un valor incalculable en los balances de las autoridades turísticas.

Sobre Valldemosa (Mallorca), relata una experiencia en barco en la que un grupo de personas encontró una cueva casi desierta y un restaurante sobre el acantilado, al que uno de los bañistas subió por un sendero rocoso para comprar una botella fría de vino rosado, con la que logró regresar a nado.

Los amigos disfrutaron de la bebida cuando el cielo comenzaba a tornarse del color del vino, adquirido en un restaurante al que se puede llegar por carretera desde Valldemosa, pero "era mucho más auténtico acceder a él por mar", según "Highlife".