JOSÉ ASENJO
El responsable del plan para mejorar el entorno de la Catedral y del Picasso cree que llega en el momento idóneo de relanzar el papel turístico de la urbe
16.11.09 - JESÚS HINOJOSA
LAS FRASES:
INVERSIÓN PRIVADA
«La Administración ha visto al promotor como un enemigo del Centro Histórico»
PROYECTOS
«Empezaremos por la pavimentación de las calles Santiago y Alcazabilla»
PLANES DE PROTECCIÓN
«Hay que reflexionar y ver qué ha fallado para que haya zonas tan degradadas»Los años apartado de lo público y de los puestos de responsabilidad en el PSOE le han servido para conocer desde otro punto de vista la realidad urbanística y social de la ciudad. El histórico dirigente socialista José Asenjo ha vuelto desde el pasado mes de agosto a la escena institucional de la mano del Plan Turístico Ciudad de Málaga, que rubricaron el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, para invertir 22 millones de euros en la puesta en valor de enclaves del Centro Histórico como la Catedral y Museo Picasso. Como gerente de este plan, subraya la necesidad de facilitar el camino a los promotores privados para avanzar en la revitalización del casco antiguo, pieza clave en la potenciación de Málaga capital como destino turístico.
¿Cuándo van a ponerse en marcha los proyectos del Plan Turístico?
Para 2009 está consignada una partida de 4.175.000 euros, por lo que la intención del Ayuntamiento y de la Junta de Andalucía es poder sacar a concurso algunas obras antes de que finalice el año. De este modo, podrán comenzar a principios de 2010. Vamos a concentrar las primeras inversiones en las zonas en las que pueden tener una mayor incidencia. En principio, todo parece indicar que las primeras actuaciones en acometerse serán la pavimentación del tramo norte de la calle Alcazabilla (actualmente está en obras la mitad sur de la vía con cargo al Fondo Estatal de Inversión Local) y la renovación de la calle Santiago.
¿Están cerrados los proyectos que se van a realizar en los cuatro años de vigencia del plan?
No está todo totalmente cerrado. Pueden ir surgiendo ideas nuevas en la comisión de seguimiento. Además, no todas las actuaciones tienen que ser obras de pavimentación, pueden surgir otras medidas igualmente eficaces para poner en valor los entornos de la Catedral y del Picasso. Si el plan puede dinamizar determinadas cosas pues mejor, pero para estos enclaves hace falta algo más.
¿A qué se refiere?
Me refiero a que los planes urbanísticos aprobados en los últimos años han permitido avanzar bastante en la recuperación del Centro Histórico, pero queda mucho por hacer. No todo es actuación pública. Tanto la Junta de Andalucía como el Ayuntamiento deben tomar conciencia de que, para conservar el Centro, el promotor es un actor necesario. Las políticas de protección pasan por que el Centro se mantenga vivo y se actúe, pero para eso el promotor es un cómplice y no un enemigo. Hasta ahora no ha sido así. El promotor se ha sentido muy incómodo trabajando en el Centro porque se le han puesto todo tipo de pegas o no ha habido un esfuerzo del sector público para que proyectos importantes para la ciudad puedan caber dentro de los planes de protección. El tema de la paralización del proyecto de hotel diseñado por Moneo para la zona de Hoyo de Esparteros es un ejemplo de ello. Esto hay que superarlo. El promotor y la Administración interactúan en la protección del Centro. El promotor no es un enemigo de esa protección.
Quiere decir que si todos estos proyectos de pavimentación no van acompañados de medidas para facilitar la actividad del promotor privado no valdrán para nada.
Claro. Tenemos ejemplos. En el entorno de la calle Pozos Dulces se hizo un plan de pavimentación muy bonito pero, al final, el entorno ha terminado degradando lo que se había puesto y no ha servido para nada. Para eso debe haber un cambio de actitud de la Administración. Ya hemos salvado el Centro, así que lo que toca ahora es que se recupere y esté vivo, partiendo de la base de que hay muchas cosas que se han hecho bien. Hoy vemos muchas obras en el Centro que antes no se veían y se han realizado actuaciones públicas muy importantes. Pero también es verdad que, en el entorno del Picasso, hay zonas como Beatas o Tomás de Cózar para las que la solución no es sólo pavimentar de nuevo las calles. Son zonas en las que la oportunidad de negocio debería ser evidente. Por eso creo que tenemos que hacer una reflexión. Llevamos 30 años de protección del Centro, y tenemos que ver qué ha fallado para que haya zonas tan degradadas. Esa reflexión debe partir de una relación distinta entre el promotor y la Administración. Son actores complementarios.
¿Tal vez ha sido demasiado rígida la normativa de protección?
Ha sido rígida, pero también es cierto que ha sido fundamental para que Málaga sea un destino turístico atractivo. Para eso es necesario tener un Centro que enseñar y visitar, en el que estar, en el que haya hoteles y en el que se pueda vivir. Eso no es posible sin los planes de protección. Pero es un tema de gestión de los planes. El tema está en cómo se gestionan y no en que sean más o menos rígidos. Para lo bueno y lo malo del urbanismo, la Administración tiene mucho que ver. Incluso la actuación pública también tiene dificultades. Por ejemplo, al final, la Junta ha tenido que abandonar la mayor parte del proyecto de las 'tecnocasas'.
Ahora que desembarcan en el puerto miles de cruceristas gracias a la puesta en marcha de la estación marítima, ¿no cree que la ciudad llega tarde a la puesta en valor de estos entornos degradados de su Centro?
No creo que lleguemos tarde. Hasta que las empresas hoteleras han decidido invertir en Málaga han pasado muchos años. Hoy tenemos una buena planta hotelera y un Centro en el que se han hecho cosas, pero hay que seguir actuando. Estamos en el momento de tomar conciencia de eso. Discusiones como si el comercio debe abrir en festivo o no son propias de una ciudad que empieza a tomar conciencia de la importancia que puede tener en su economía que Málaga se convierta en un destino turístico de primer orden. El Centro es un elemento clave para eso. El Centro de Málaga tiene más interés del que los malagueños vemos en él y cuando la gente de fuera lo visita se queda sorprendida. Si eso se une a un clima excepcional, el potencial es enorme y eso para la economía de la ciudad es fundamental. En ese sentido, este Plan Turístico es un complemento más que llega en un momento importante, porque estamos hablando del turismo de cruceros que es un fenómeno relativamente reciente.
¿Cómo debe estar el Centro cuando transcurran los cuatros años de vigencia de este plan?
Se va a notar una mejoría en las zonas que turísticamente más importan. Espero que no sólo por la actuación del plan, sino porque todos tomemos conciencia de lo importante que es posibilitar que se invierta en el Centro. No sólo la inversión pública sino también la privada. Los planes Urban, del Ayuntamiento y de otras administraciones han sido importantes, pero mientras la inversión privada no encuentre un cauce adecuado no estaremos en el camino para impulsar definitivamente todo esto.
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