Teresa López
13.02.2010 - JAVIER RECIO.SUR
El 'caso Teresa López' ha servido para enterarnos de varias cosas. Primero, que en El Palo hay una concejala delegada elegida dactilarmente por el alcalde; que le deben de gustar mucho los espetos, porque arrima muy bien el ascua a su sardina, y que debe de ser muda, porque no ha dicho esta boca es mía. Lo suyo son las subvenciones. Es cierto que la cuantía de las mismas no es escandalosa y que la asociación que presidía tiene todo el derecho a recibirlas con independencia de la participación de su ex presidenta. Pero tampoco es mentira que las formas y las normas básicas de comportamiento en la vida pública son sagradas. Y ella ha cometido un sacrilegio. Y ante eso la penitencia es la que está cumpliendo el ya ex concejal Manuel Marmolejo. La dimisión o la destitución. Pero no, De la Torre ha decidido de manera inexplicable servir directamente de paraguas para hacer frente al lógico chaparrón que le viene desde la oposición. Quizá sea porque el regidor siempre ha mostrado como uno de sus grandes activos que es un político honrado por lo que parece lógico que no quiera ofrecer en menos de tres meses la segunda cabeza de un concejal por chanchulleos en subvenciones.
Pero las cosas son como son, y no como a uno le gustaría que fueran. Y, además, hay que actuar de manera justa, sobre todo ante sus propias huestes. No puede haber una doble vara de medir por mucho que el que la maneje sea el que tiene la vara de la ciudad. ¿Cómo se puede sentir Manuel Marmolejo, que hizo lo que tenía que hacer, ante este nuevo caso? Teresa López, que dejó el rastro por escrito de que podría incurrir en esta incompatibilidad, debería de haber seguido su ejemplo y quizá también habría corrido la misma suerte que él. No hay que olvidar que a Marmolejo se le buscó un acomodo con un puestecito en la Diputación, que lleva camino de convertirse en la particular oficina del INEM de los políticos. Pero la enigmática concejala se ha atrincherado. Es increíble que haya decidido no dar la cara. Al menos se sabría cómo la tiene.
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