La Feria de Ronda convertida en botellónPropietarios de bares y restaurantes denuncian que los jóvenes utilizan la Plaza del Socorro en el centro de Ronda para beber durante los días de fiesta
Javier Flores / Ronda, ronda . Málaga Hoy
Actualizado 03.09.2010 - 05:01
La céntrica Plaza del Socorro acabó llena de botellas y plásticos tras el 'botellón' que celebraron los jóvenes ayer.
Botellas y más botellas, mezcladas con una capa de plástico. Esa era la lamentable imagen que ofrecía ayer la plaza del Socorro tras la hora del cierre de la feria del centro de Ronda. Nada que ver con la imagen de feria divertida y sin botellón que se ha promulgado. Todo lo contrario. La situación ha dejado un río de quejas y protestas por parte de los propietarios de bares y restaurantes, a los que se les había prometido desde el Ayuntamiento que se controlaría el botellón. Y en esta ocasión vale más una imagen que mil palabras. Ayer hubo macro botellón en el centro y nadie impidió la entrada de carros repletos de bebidas como se había anunciado, y se pudo ver como algunos menores ingerían alcohol sin ningún tipo de problema. Una simple vuelta por la zona de concentración de más público, que no fue mucho, era suficiente para comprobar que la denuncia de los restauradores era cierta y que había jóvenes que no alcanzaban la mayoría de edad consumiendo en la calle sin ningún tipo de complejo y sin que nadie se lo impidiese.
"Esto sigue siendo un botellón, por mucho que digan", se lamentaba uno de los afectados, que veía como su inversión únicamente servía para que el público se divirtiese en la calle a su costa. Los empresarios han tenido que pagar por poner las barras en la calle y la música de ambiente que ameniza la zona centro.
En concreto, cada establecimiento ha tenido que abonar al Ayuntamiento de Ronda 100 euros por metro de barra, 100 euros por grupo de servir bebidas, 300 euros por la música, y hacer frente al coste de seguridad nocturna y colocación de toldos en la calle. Una inversión nada rentable hasta el momento para muchos de ellos. De hecho, para la próxima feria muchos se plantean ya no montar, una tendencia que se mantiene en los últimos años y que ha provocado una disminución paulatina de las barras en la calle mientras el botellón ha ido ganando terreno. Los dos primeros días de feria del centro no han sido muy satisfactorios para la hostelería, que también culpa en parte a la crisis que ha provocado una reducción del gasto en la feria.
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