Un lugar que está siempre de moda
A. Recio / Málaga Hoy
27.07.2010
No es imprescindible atraer a grandes personalidades a la Costa del Sol para captar turistas normales, pero ayuda. Málaga y, en especial, Marbella han sido históricamente un lugar elegido por miembros de casas reales, artistas y políticos para pasar unos días de asueto y, si les dejan, diversión. La prevista llegada de Michelle Obama y su hija la semana que viene al hotel Villa Padierna de Benahavís supone un paso más, una fotografía más, en el repleto álbum histórico de este destino turístico.
Una de las personas que mejor ha conocido el esplendor de Marbella es Rafael de la Fuente, quien trabajó como director general del hotel Los Monteros entre 1971 y 1983 y que posteriormente ha desempeñado otros cargos importantes como la dirección de la escuela de hostelería La Cónsula. De la Fuente recuerda que una de las turistas insignes que más apreciaba la Costa del Sol fue la reina Ingrid de Dinamarca. "A partir de 1977 venía todos los años durante tres semanas en noviembre a jugar al golf y a descansar", señala este experto, quien subraya que la reina danesa "quería haber venido antes porque a sus amigos les encantaba jugar al golf pero la Casa Real de Dinamarca no se lo permitió porque no estaba bien visto que se alojara en España en pleno régimen franquista". Tras la muerte de Franco y, una vez estabilizada la situación, Ingrid se desquitó y no perdonó una visita.
Las monarquías son las que más han apreciado las virtudes de Marbella. El rey Fahd, el máximo dirigente de Arabia Saudí, tenía una enorme mansión y fue un asiduo de la ciudad marbellí hasta su fallecimiento en 2005. Su hermano, el príncipe Salman está en estos momentos en Marbella tras llegar la pasada semana con su séquito. La reina Fabiola de Bélgica, hermana de Jaime de Mora; el príncipe Rainiero de Mónaco junto a su esposa Grace Kelly, o el famoso top less de Lady Di en el hotel Byblos de Mijas son también parte de la historia de la Costa del Sol.
Entre la clase política también han sido muchos los nombres conocidos que eligieron este destino. El general Charles de Gaulle, que fue presidente de Francia entre 1958 y 1969, escribió sus memorias en el Parador de Juanar (Ojén) en 1970. Dejó una propina de 50.000 pesetas de las de entonces y en el hotel se conserva una copia enmarcada del cheque firmado por él.
"En la época dorada era raro el mes que no llegaba una celebridad a Málaga. Fue muy bueno para la imagen de España aunque, lamentablemente, se interrumpió con el gilismo y se perdió. Ahora es cuestión de hacer las cosas bien", subraya De la Fuente. La visita de la esposa de Obama es un gran paso.
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