26 septiembre 2010

Cerveza Victoria, malagueña y exquisita.

La cerveza que se identificó con la ciudad

26.09.2010 - ÁNGEL ESCALERA: SUR
La Cerveza Victoria forma parte de la historia de la Málaga del siglo XX. Pocas bebidas han logrado una identificación tan estrecha con la ciudad. El lema publicitario elegido -'Malagueña y exquisita'- caló hondamente entre la población. En los años sesenta, la Cerveza Victoria llegó al techo de su apogeo. Era el momento del despegue turístico de la Costa del Sol. Tiendas, bares, y restaurantes malagueños ofrecían a sus clientes la Victoria como primera opción cervecera. Era una forma de hacer patria chica.

La empresa Franquelo S. A., productora de esta bebida, se creó en 1928 con un capital social de 1.200.000 pesetas. El fundador fue Luis Franquelo Carrasco. Teniendo en consideración el nombre dado a la cerveza, se eligió para la apertura de la industria el 8 de septiembre, festividad de la Virgen de la Victoria. La fábrica estaba situada en el barrio del Perchel. En esa etapa inicial, la plantilla la componían 85 trabajadores. La capacidad de producción alcanzaba los 15.000 litros diarios. La bebida se distribuía por Andalucía y Marruecos, especialmente, y se preparaba a través del proceso de fermentación lenta. No obstante su progresiva imbricación en el tejido social malagueño, Victoria no fue la primera cerveza que se produjo en Málaga. De ello se encargó la firma Mediterráneo, que empezó a comercializarse en 1909.

Un personaje muy popular

Luis Franquelo, en un viaje realizado a Alemania, tuvo una idea que permitiría a la marca Victoria ser fácilmente reconocible en todas partes. Como reclamo para anunciar la bebida se creó un cartel que se hizo muy popular. El protagonista es un hombre gordo que con un pañuelo en la mano derecha se enjuga el sudor de su calva, mientras con la izquierda sostiene un sombrero jipijapa. El cartel se completa con un vaso de espumosa cerveza rubia, un azulado mar, surcado por un velero. y una palmera. No falta, claro está, el lema que sería santo y seña de esta marca: 'Cerveza Victoria, malagueña y exquisita'.

Coincidiendo con su periodo de mayor expansión, a finales de los años sesenta, la fábrica se trasladó del Perchel al polígono industrial del Guadalhorce, donde además de la Victoria se producía la Skol. Ambas marcas estaban muy implantadas en la ciudad, sobre todo la primera.

En 1985, la empresa Franquelo puso en marcha un plan de expansión con la ampliación del mercado, mejoras tecnológicas y nuevas marcas. A principios de la década de los noventa, la Cerveza Victoria fue absorbida por Cruzcampo. El siguiente cambio se produjo en 1999 cuando Heineken se quedó con la marca malagueña. La Comisión Nacional del Mercado de Valores obligó a esta multinacional cervecera a desprenderse de algunos de sus productos. De ese modo, Victoria se integró en el grupo catalán Damm en 2001. La que fue definida como 'Malagueña y exquisita' y era un objeto habitual en las neveras de las cocinas de Málaga, se elabora ahora en Murcia.

03 septiembre 2010

La Feria de Ronda deriva en 'botellón'

La Feria de Ronda convertida en botellónPropietarios de bares y restaurantes denuncian que los jóvenes utilizan la Plaza del Socorro en el centro de Ronda para beber durante los días de fiesta


Javier Flores / Ronda, ronda . Málaga Hoy
Actualizado 03.09.2010 - 05:01



La céntrica Plaza del Socorro acabó llena de botellas y plásticos tras el 'botellón' que celebraron los jóvenes ayer.

 Botellas y más botellas, mezcladas con una capa de plástico. Esa era la lamentable imagen que ofrecía ayer la plaza del Socorro tras la hora del cierre de la feria del centro de Ronda. Nada que ver con la imagen de feria divertida y sin botellón que se ha promulgado. Todo lo contrario. La situación ha dejado un río de quejas y protestas por parte de los propietarios de bares y restaurantes, a los que se les había prometido desde el Ayuntamiento que se controlaría el botellón. Y en esta ocasión vale más una imagen que mil palabras. Ayer hubo macro botellón en el centro y nadie impidió la entrada de carros repletos de bebidas como se había anunciado, y se pudo ver como algunos menores ingerían alcohol sin ningún tipo de problema. Una simple vuelta por la zona de concentración de más público, que no fue mucho, era suficiente para comprobar que la denuncia de los restauradores era cierta y que había jóvenes que no alcanzaban la mayoría de edad consumiendo en la calle sin ningún tipo de complejo y sin que nadie se lo impidiese.



"Esto sigue siendo un botellón, por mucho que digan", se lamentaba uno de los afectados, que veía como su inversión únicamente servía para que el público se divirtiese en la calle a su costa. Los empresarios han tenido que pagar por poner las barras en la calle y la música de ambiente que ameniza la zona centro.



En concreto, cada establecimiento ha tenido que abonar al Ayuntamiento de Ronda 100 euros por metro de barra, 100 euros por grupo de servir bebidas, 300 euros por la música, y hacer frente al coste de seguridad nocturna y colocación de toldos en la calle. Una inversión nada rentable hasta el momento para muchos de ellos. De hecho, para la próxima feria muchos se plantean ya no montar, una tendencia que se mantiene en los últimos años y que ha provocado una disminución paulatina de las barras en la calle mientras el botellón ha ido ganando terreno. Los dos primeros días de feria del centro no han sido muy satisfactorios para la hostelería, que también culpa en parte a la crisis que ha provocado una reducción del gasto en la feria.